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Thomas Edison vs Nikola Tesla: la guerra de las corrientes

La guerra de las corrientes

La guerra de corrientes, ha sido uno de los duelos científicos más emocionantes y trascendentales de la humanidad. Fue también la batalla entre dos de los más grandes genios de la ciencia moderna, y la cual definió el tipo de energía eléctrica, que terminaría por reinar en la mayor parte del mundo.

Edison vs Tesla

En el último cuarto del siglo XIX, y particularmente en la Feria Mundial de París de 1881, Thomas Alva Edison asombró al mundo, exponiendo detalles de su sistema de energía a través corriente continua, la cual lucía como un promisorio modelo mucho más eficiente y potente que la dominante energía de vapor.

Thomas Edison

Hábilmente, fundó también su propia compañía, y después establecería alianza con el magnate JP Morgan, para impulsar General Electric, y buscar difundir su invento, como una forma de ofrecer energía a las ciudades del mundo entero.

Poco después, el científico del Imperio Austriaco (hoy territorio de Croacia), Nikola Tesla, le empezaría a hacer gran competencia, a partir de un modelo eléctrico de corriente alterna. Para esto, estableció convenio con George Westinghouse, quien financió sus proyectos, desde luego con la intención de montar también un emporio comercial con esto.

Corriente continua vs corriente alterna

Fueron años de gran rivalidad, donde ambos científicos intentaban convencer al mundo acerca de cual era el sistema más eficiente para proveer de energía eléctrica a los hogares de todo el planeta.

El principal argumento a favor que tenía Edison, era la seguridad de su sistema, pues efectivamente, la energía de corriente alterna, de forma más fácil es capaz de provocar que se contraigan los músculos, complicando que una persona se pueda soltar, en caso de tener contacto con algún tipo de tensión eléctrica.

Tensión corriente continua

Para esto, incluso realizó campañas, consideradas por algunos como guerra sucia, para tratar de convencer al mundo, que la corriente de Tesla era demasiado peligrosa, llegando a electrocutar animales, incluidos elefantes.

Tesla por su parte, de forma sutil hizo sus propios intentos de responder, por ejemplo haciendo pruebas, donde hizo pasar corriente eléctrica, alterna y de un voltaje no muy elevado, claro, a través de su propio cuerpo, para demostrar su seguridad.

Tensión corriente alterna

Pero este no era el único argumento a su favor que tenía Tesla, en realidad tenía dos motivos muy importantes; uno de ellos, era la facilidad para controlar la potencia. Pues a pesar de que en la corriente continua se puede trasportar energía a menor tensión, con la misma cantidad de potencia, en la alterna es mucho más sencillo controlarla, es decir poder subir o disminuir la tensión a través de los sistemas eléctricos.

Es decir, se puede transportar energía en alta tensión; por ejemplo, para enviar de una central eléctrica a una ciudad; después generar distribución en media tensión, como puede ser, para repartir en las diferentes colonias de la ciudad; y una entrega final en baja tensión, que es la que finalmente podría llegar con seguridad a los hogares, de acuerdo a su propuesta.

¿Quién ganó la guerra de las corrientes?

Fue en la Feria de Chicago de 1893 donde finalmente se empezaría a decidir en gran medida al ganador. Y es que la energía de Tesla, no solo se podía controlar más fácil, sino que el otro as bajo la manga, es que resultaba mucho más económica de generar. Fue así, como el presupuesto de Tesla, para poder ofrecer energía a la feria completa, terminó siendo prácticamente de la mitad de precio, de lo presupuestado por Edison.

Y a partir de entonces, nada más pudo evitar que la corriente alterna de Tesla, se confirmara como la más eficiente en términos económicos y prácticos, y por tanto fue la que terminó expandiéndose al resto del mundo, y al día de hoy ilumina también las grandes ciudades.

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