Más allá de las declaraciones de los encargados del gobierno y otros actores políticos, las cifras en Barcelona no mienten. En los últimos años, ha aumentado la criminalidad, lo que se percibe entre los habitantes de los distintos municipios de Barcelona como inseguridad.
Robos y hurtos encabezan las listas de incidencias de crimen, pero existen otras cifras que, por ser aparentemente menos llamativas, pasan por debajo de la mesa, y aún así son una amenaza latente para los que hacen vida en la geografía catalana.
Según una investigación que recopila información dada por el Ministerio del Interior y los Mossos d’Esquadra, en el periodo comprendido entre enero y julio del 2019 se registraron 917 ocupaciones de inmuebles, lo que significa una variación del 87% con respecto a las estadísticas presentadas para el 2016 en el mismo periodo de tiempo.
Discutir las razones por las que se dan estas ocupaciones no es el foco de este artículo, en cambio queremos hablar de las posibles soluciones u opciones que tienen los dueños de casas para no ser parte de esta estadística.
Las ocupaciones se pueden dar de dos formas, de manera general: o bien, son personas que han arrendado un inmueble y que ante la imposibilidad de pagar la renta deciden ocupar evitando el desalojo, o son personas que, al no tener un lugar donde vivir, fuerzan su entrada en pisos que no están habitados.
En el primer caso, la solución es compleja, pues según las leyes, un arrendador no puede entrar al piso, ni cambiar la cerradura y hacerlo supone una situación desfavorable para quien arrienda, por lo que tendrán que agotarse las instancias legales para el desalojo. En el caso de las ocupaciones de pisos inhabitados, sí existen acciones que lo pueden evitar.
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Si no pueden entrar, no pueden ocupar
Hemos entrevistado a cerrajeros expertos en seguridad física y nos comentan de donde nace el problema. La principal causa por la cual un piso inhabitado es ocupado es porque no se ha garantizado la seguridad física del mismo. Es decir, los propietarios, al no vivir allí, descuidan los elementos de seguridad que blindan el acceso a sus propiedades.
Es por esto por lo que, el principio de acción en estos casos es la inversión estratégica en seguridad física. Evidentemente, más allá de construir un muro de contención, realmente se necesita un sistema de protección y vigilancia integral.
Si el propietario no está en la propiedad, no podrá detener el acceso, al menos que sea alertado del incidente. Es por esto por lo que los que saben del tema, recomiendan que no solo se fortalezcan los accesos, sino que se instalen sistemas de alarmas y videovigilancia.
En la mayoría de los casos, según nos comentan en portal cerrajeroPRO los expertos que hemos consultado, las puertas y cerraduras encontradas en pisos ocupados son muy sencillas, o son modelos obsoletos, vulnerables a técnicas de apertura que cualquier persona con un poco de destreza puede efectuar.
Gana tiempo
Si bien, no podemos detener el acceso a propiedades que estén o no habitadas, si podemos demorar la entrada e, incluso, persuadir a los ocupantes para que busquen otro objetivo.
La acción de ocupación requiere de blancos sencillos de conquistar, los okupas investigan los inmuebles y sus vulnerabilidades antes de actuar.
Si un domicilio supone un esfuerzo exagerado, irán por otro más sencillo, pero esto no quita a estos inmuebles del radar. Una vez que se agoten las opciones, irán por los pisos con mayor protección. Si bien, la ocupación es una posibilidad, el éxito depende del sistema que se instale en casa.
Se puede ganar tiempo instalando puertas de seguridad y sistemas de cierre que pongan resistencia. Ese tiempo puede servir para detonar una alerta que ponga en aviso al propietario para que tome acciones sobre el incidente.
Los profesionales consultados nos dicen que, en la mayoría de los casos, las cerraduras de seguridad en conjunto con bombines y escudos de seguridad han brindado el tiempo necesario para que se de la alerta de intento de ocupación, resolviendo la situación antes de que los okupas tengan éxito.
Sobre sistemas que se pueden instalar
Existe una relación directa entre las características del inmueble, su ubicación y la inversión en seguridad que se hará. Por esto, se recomienda la asesoría de profesionales que puedan evaluar el nivel de riesgo del inmueble antes de dar con la solución más efectiva.
Actualmente, existen distintos sistemas que se pueden implementar para evitar ocupaciones, pero los más recomendados son los que ofrecen robustez, más que funcionalidad. Si es un piso inhabitado no se requerirá de sistemas de seguridad de última tecnología como sistemas biométricos, sino que los sistemas mecánicos son la opción más viable.
La mayoría de las ocupaciones se dan tras el uso de la violencia sobre sistemas de seguridad, por lo que una puerta resistente y una cerradura anti-taladro y otros métodos que involucren herramientas, harán el trabajo.
La calidad y la tecnología dentro de estos elementos deberá ser determinada según el riesgo asociado, siendo que, en lugares con mayor flujo de personas y con menor incidencia de episodios de inseguridad, se cubrirá la necesidad con elementos más sencillos; lo contrario en inmuebles con poco tránsito de vecinos y en vecindarios con altos índices de criminalidad.