Kylian Mbappé y Erling Haaland son las dos grandes estrellas emergentes actuales llamadas a ser las leyendas del mañana. Los clubes más prestigiosos se los rifan pero, si hubiera que apostar en William Hill sólo por uno de ellos, habría que poner en la balanza las prestaciones de uno y otro porque, a bote pronto, la elección es tan complicada como decidir entre querer más a papá o a mamá.

El noruego es año y medio más joven que el francés, pero la explosión de ambos fue temprana, tanto que muy pronto París Saint-Germain y Borussia Dortmund se apresuraron a realizar una inversión de futuro que no sólo están rentabilizando en lo deportivo sino que también puede derivar en una gran inyección económica si alguno de sus pretendientes termina lanzando la caña para pescar al pez más gordo.

Aunque juegan en posiciones diferentes -lo que les haría compatibles en caso de tener el dinero suficiente para poder fichar a ambos- los dos irrumpieron en el panorama futbolístico en torno a los 18 años, con una progresión meteórica en muy poco tiempo. Si los comparamos con sus predecesores, Leo Messi y Cristiano Ronaldo, vemos que la progresión del argentino y del portugués fue mucho más paulatina y que tardaron algo más en convertirse en los cracks incuestionables en los que se convirtieron (y que a sus treinta y tantos siguen siendo).

Unos números de escándalo

Pero hablamos de futuro y Mbappé y Haaland son dignos sucesores para recoger ese testigo. Sus números así lo demuestran porque son igual de letales con las porterías rivales.

En su último año en el Mónaco, Mbappé marcó un total de 27 goles y dio 16 asistencias en 60 partidos disputados. Su promedio goleador se situó en 0,45 goles por partido, es decir, casi un gol cada dos partidos. Esa media se mantuvo similar en su primera temporada en el PSG (0,48) pero prácticamente se dobló en su segundo curso, con casi un gol por partido (0,91). En su tercera temporada en París alcanzó un promedio de 0,81 tantos por encuentro, lo que indica que su estadística va en clara progresión ascendente y tiene pinta de mantenerse en el tiempo.

En cuanto a Haaland, en su última temporada en el Molde consiguió 16 goles y 5 asistencias en 30 partidos, lo que arroja un promedio goleador de 0,53 tantos por encuentro. Eso le valió el traspaso al Salzburgo, donde apenas participó en su primer curso pero experimentó un ‘boom’ sin precedentes en el segundo curso: una media de 1,27 goles por partido, con nada menos que 28 dianas en apenas 22 encuentros jugados, a lo que hay que sumar 5 asistencias. Estaba cantado que se lo iban a rifar y fue el BVB el que se llevó el gato al agua. En Dortmund está demostrando por qué es el ‘9’ que más ‘novias’ tiene de Europa: promedio goleador de 0,89 goles por partido en su primer curso y una segunda temporada en la que se aproxima a su última etapa en el Salzburgo, con más de un tanto por partido.

¿Quién es mejor?

Juegan en posiciones distintas y en competiciones diferentes, no tienen la misma edad ni están rodeados del mismo tipo de jugadores. Todo eso, unido a otros muchos factores, hace muy difícil una comparación empírica de ambos futbolistas pero, si hablamos del Haaland de ahora con el Mbappé de hace dos años, para igualarlos en ese aspecto, vemos que el noruego es más goleador pero el francés es más completo porque aporta también a otras facetas del juego en ataque, como es el capítulo de asistencias. Eso también se repite en la actualidad, en la que los dos jugadores rompen récords estadísticos impresionantes para su edad.

El foco mediático se ha colocado sobre los dos futbolistas que deslumbran en sus ligas y han desatado la locura en el resto de Europa. En la Champions League empiezan a dejar su huella a base de goles y la afición tampoco los perderá de vista en la Eurocopa de 2020 aplazada a 2021. Pero, cuando todavía son unos veinteañeros, parece que su resistencia a la presión es a prueba de bombas. El tiempo dará o quitará razones pero, hoy por hoy, parece que tienen cualidades suficientes para que su calidad en el presente se convierta en sus mejores armas en el futuro.