La brecha de género destaca las diferencias entre hombres y mujeres en cualquier ámbito, ilustrando la distancia entre hombres y mujeres respecto a un indicador.
Lastimosamente, las brechas de género se pueden ver en todas las áreas del desempeño humano, por lo que mientras menor sea la brecha, más cerca estaremos de la igualdad o paridad de género.
Es importante aclarar que la sola existencia de la brecha de género, es de por sí, algo negativo.
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Índice Global de Brecha de Género
El Índice Global de Brecha de Género comenzó a medirse en 2006 y evalúa el progreso de 149 países en su camino hacia la igualdad de género en cuatro dimensiones:
- Participación y Oportunidad Económica (incluye el área laboral)
- Logro Educativo
- Salud y Supervivencia
- Empoderamiento Político.
La igualdad de género es primordial para saber cómo prosperan las economías y las sociedades.
Resultados globales
A nivel mundial, el Índice Global de Brecha de Género 2018 obtuvo a nivel general un 68 % y a nivel particular:
- Participación y Oportunidad Económica: 59 %
- Logro Educativo: 95 %
- Salud y Supervivencia: 96 %
- Empoderamiento Político: 22 %
Estos resultados significan que se requiere trabajar para cerrar la brecha en el empoderamiento político de las mujeres, principalmente.
Índice Global de Brecha de Género en España
España se encuentra en el puesto 29 en el Índice Global de Brecha de Género 2018, manteniendo su índice de 2017 de 74,6 %.
Lo que significa que, España no mejoró su índice en un año y todavía tiene una brecha de 25,4 % que cerrar para alcanzar la igualdad de género global. El valor de la brecha de género de España en 2018, para cada dimensión del índice es:
- Participación y Oportunidad Económica: 66,0 %
- Logro Educativo: 99,8 %
- Salud y Supervivencia: 97,2 %
- Empoderamiento Político: 35,4 %
Esto se traduce en que España debe trabajar en el empoderamiento político femenino, seguido de la participación y oportunidad económica para las mujeres.
Los factores negativos de la brecha de género
Uno de los factores negativos en la economía española es la escasa participación política de las mujeres. Y aunque, aparentemente, en los últimos años son más visibles algunas mujeres en la política española, es mucho el trabajo de empoderamiento que aún hay que realizar.
Otro de los factores negativos es el desbalance en las tasas de empleo. Estas tasas reflejan la proporción de población ocupada del total de la población económicamente activa.
En España encontramos que las mujeres que trabajan, son menos que las que podrían trabajar, debido a que los hombres ganan hasta 17 % más que las mujeres. En consecuencia, no hay motivación suficiente en las mujeres en incorporarse a la economía española, por la falta de reconocimiento de sus capacidades.
Por ello, el gobierno español tiene que trabajar para disminuir los factores negativos con la finalidad de:
- Aumentar la presencia femenina en la política y
- Garantizar la incorporación de las mujeres en el mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres.