La Oficina de la Propiedad Intelectual china ha aprobado la primera patente de una vacuna contra el Covid-19 que aún se encuentra en la tercera fase de ensayos. Según asegura la prensa local, “podría producirse en masa en breve”. Se trata de la vacuna desarrollada por el ejército y el laboratorio Cansino Biológicos, que comenzó a probarse a finales de junio con militares y que se basa en un anticuerpo monoclonal que neutralizaría el virus, según la investigación del investigador Xen Wei. La vacuna usa un virus debilitado del resfriado común, el adenovirus tipo 5. Rusia registró otra vacuna la semana pasada. 

Los resultados de la segunda fase de ensayos clínicos demostraron que la vacuna es segura y que induce una respuesta inmune contra el coronavirus, según un artículo publicado a finales de julio en la prestigiosa revista científica The Lancet. La vacuna ya se habría probado con 500 personas, con resultados positivos, pero hay que hacer más ensayos para garantizar su seguridad y la eficacia, lo que se hará ahora con la fase 3, fuera de China. Los autores advierten que ninguno de los participantes en las pruebas en fase dos fue expuesto al virus tras vacunarse. 

Según consta en la patente, la vacuna ha mostrado “una buena respuesta inmunológica en ratones y roedores y puede inducir al cuerpo a producir una fuerte respuesta inmune celular y humoral en poco tiempo”, asegura el diario  Southern Metropolis . También añade que se puede producir de forma masiva en un periodo de tiempo corto y que es “fácil de preparar”. 

Cansino Biológicos ya colaboró ​​con el instituto militar chino para desarrollar una vacuna contra el ébola, que obtuvo una licencia provisional en 2017. Habitualmente para poner una vacuna en el mercado necesitan al menos entre 12 y 18 meses, según constata la Organización Mundial de la Salud, aunque en todo el mundo se están acelerando los procesos debido a la gravedad de la pandemia.