• El president del Parlament afirma que el rey “no es bienvenido” desde el discurso del 3-O del 2017

• La Generalitat reafirma el rechazo al monarca y La Moncloa quita hierro al asunto

La estancia que Felipe VI tiene previsto hacer este viernes en Barcelona junto con Pedro Sánchez, formalmente para participar en una entrega de premios del certamen New Economic Week, continúa suscitando rechazo a escala institucional. Después de que el gobierno catalán o la alcaldesa de la capital, Ada Colau, anunciaran que no estarían presentes en el acto protocolario con el monarca, el presidente del Parlamento, Roger Torrent, se sumó ayer al boicot. Una decisión que, según el interesado, es consecuencia directa de la opinión que tienen los catalanes sobre la corona “la mayoría se consideran republicanos”, afirmó-, pero también por el contenido “del discurso que hizo el rey el 3 de octubre de 2017, y en el que avaló que se pegara a los catalanes por el hecho de querer votar “. Desde entonces, ha añadido Torrent,

Por el lado del gobierno catalán, su consejera portavoz, Meritxell Budó, se encargó de reafirmar ayer que tampoco participarán en ningún evento donde sea Felipe VI, por idénticos motivos. “Lo único que esperamos del rey de los españoles es que se disculpe por su discurso partidista e incendiario hace tres años”, manifestó Budó, que también dejó claro que el Ejecutivo catalán no “alterará su agenda” en medio de la pandemia por la visita. La consejera también evitó hablar de “vetos”, y puntualizó que el gobierno se limita a no asistir a un acto donde está el jefe de estado. “No me gustaría que se hablara de veto”, remachó.

En medio de esta dinámica, La Moncloa hizo esfuerzos ayer para intentar rebajar la controversia a través de la ministra portavoz, María Jesús Montero, que defendió la presencia del rey en Cataluña como un gesto de “normalidad y naturalidad”. “Defenderemos la monarquía como siempre, trabajando a su lado por el interés general del país. Y una muestra de esta normalidad es este viaje conjunto “añadió Montero, que también quiso rebatir las críticas que, desde el centroderecha y la extrema derecha, han llovido al ejecutivo de Pedro Sánchez desde que vetó la presencia de Felipe VI en el acto de entrega de despachos de los nuevos jueces: “Se hace una flaco favor a la monarquía cuando algunas formaciones políticas permiten utilizar la figura del jefe del Estado para hacer guerra partidista”, sentenció.

Para cerrar el círculo, la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, también aseguró que la asistencia tanto de Pedro Sánchez como de Felipe VI en Barcelona New Economy Week (BNEW) es una muestra del apoyo a este evento. “Es una manifestación explícita del compromiso del Gobierno con la economía, la modernización industrial y, sobre todo, con Cataluña”, sentenció.