¡La capital bizkaina tiene mucho para ofrecer! Bilbao fue una de las ciudades que encontró en la decadencia de la era industrial europea una oportunidad de oro para reinventarse, transformándose en una metrópoli cosmopolita que se puede recorrer con mucha facilidad en transporte público y que ofrece puntos de interés turístico muy atractivos.

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Día 1: Conociendo sus monumentos más emblemáticos

En general, puedes dedicar el primer día a conocer todos los rincones del casco viejo de la ciudad y apreciar alguno de sus monumentos emblemáticos.

• Catedral de Santiago. Construida a principios del XVI bajo un estilo neogótico obtuvo el rango de basílica menor en 1819, siendo la primera iglesia en el País Vasco en alcanzar ese título.
• Teatro Arriaga. Este edificio toma como inspiración la Ópera de París y posee un estilo neobarroco. Fue construido a finales del siglo XIX.
• Mercado de La Ribera. Se ubica en pleno casco histórico y se ha convertido en uno de los edificios más visitados por los turistas que llegan a la ciudad. Fue construido en 1929 y es reconocido tanto por ofrecer lo mejor de la gastronomía local como también por ofrecer constantes espectáculos de Jazz y Swing los domingos.

Día 2: Museos y estadios

• Museo Guggenheim. Es un ícono de la ciudad de Bilbao, donde encontraremos un museo de arte contemporáneo rodeado de plazas, paseos, jardines y esculturas, siendo un punto especial para los amantes del arte moderno. La propia edificación en una obra de arte en sí misma.
• Estadio del Athletic de Bilbao. Aunque se trata de una construcción imponente que es visible desde la ría, suele destacar mucho más en las noches cuando se juega algún partido. Es posible conseguir una visita guiada a sus instalaciones.
• Museo Marítimo de Bilbao. Se trata de un homenaje a la ría de Bilbao, reconociendo su importancia para el desarrollo de la ciudad. En este museo podemos encontrar exhibiciones que nos muestran esta evolución y muchas otras que varían de forma constante.

Día 3: descubriendo algunos rincones mágicos

• Azkuna Zentroa. Para los conocedores de la viticultura, esta majestuosa y antigua bodega de vinos, hoy convertida en un centro cultural, es una visita indispensable. Existen actividades permanentes, así que puedes consultar la cartelera de eventos y reservar el que más te agrade durante tu visita.
• Puente Zubizuri. Se trata nada menos que de uno de los símbolos de la ciudad y presenta una estética similar a un barco, cruzando la ría de Nervión para conectar Castaños con el Ensanche.
• Mirador de Arantxa. La visita a la ciudad no estará completa sin una visita al Mirador de Arantxa, desde donde podrás obtener una impresionante vista panorámica de la ciudad.