El comercio electrónico no tiene por qué ser incompatible con la responsabilidad medioambiental. De hecho, la simple idea de que todo podamos pedirlo por Internet ahorra cantidad de trámites y procesos que condicionan nuestro planeta. Con esto, casi sin darnos cuenta, estamos ayudando al mundo en el que vivimos.

Una ecommerce sostenible, lejos de ser esa utopía que muchos piensan, es la mirada hacia ese futuro que ya podemos tocar con las manos. Así, con la automatización e incorporación de la inteligencia artificial al universo de la logística, estamos mucho más cerca de cambiar la forma de consumo de lo que creemos.

¿Qué es una ecommerce sostenible?

Ser sostenible significa satisfacer las necesidades propias sin comprometer la capacidad de las generaciones que quedan por venir. Esta definición, llevada a una empresa o comercio, nos habla de una tienda o establecimiento que hacen uso de los recursos pero sin excederse con ellos.

Las tiendas online, eliminando cantidad de procesos manuales porque se han hecho automáticos, aportan ese granito de arena que siempre hemos estado buscando. Para más datos, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) los datos de facturación del ecommerce en España aumentaron en un 29,9% solo en 2019.

Si tenemos en cuenta que el 2020 estuvo sometido por la covid-19 y que todo el mundo ha tirado del comercio web, las cifras se disparan. Retirando los puntos de venta, evitando la subida de la temperatura media o basura vertida al mar, parece que sí que estamos ante uno de los grandes cambios en la forma de consumo.

¿Cuáles son las ventajas de una ecommerce sostenible?

Ahora que sabemos lo que significa una ecommerce sostenible seguro que tenemos mucho más claro el por qué de su éxito. El comercio electrónico, que ya de por sí supone una ventaja para todos los usuarios que compran online, se suma al carro de lo que puede ayudar al mantenimiento del medio ambiente. A continuación, algunas ventajas:

Alta competitividad

La RSE (Responsabilidad social empresarial) está directamente relacionada con la innovación, la reputación o la productividad y esto, de manera automática convierte a la tienda online en cuestión, en un organismo competitivo que seguramente todos los demás quieran imitar. ¿Hacemos la prueba?

Cumplir con la normativa vigente

Una tienda online que se compromete con el espacio que le rodea cumple con la normativa vigente de forma estricta. Así, desde la ley de responsabilidad medioambiental hasta la de calidad del aire son aspectos que no solo se respetan sino con los que se trata educar a los clientes que vienen.

Conectar un público responsable

Los compradores valoran cada día más la transparencia y toda la información que das sobre el producto que han encargado. Según un estudio realizado por la agencia Havas Worldwide en 2016, un tanto por ciento importante de los usuarios se muestra afable al consumo ecológico y responsable. ¿Por qué no darles lo que buscan?

Alianzas con empresas verdes

Una ecommerce sostenible puede hacer acuerdos con otras empresas que manifiestan el mismo compromiso medioambiental que ella. De esta manera, las alianzas se hacen mucho más sencillas e incluso podemos hablar de beneficios entre dos o más entidades que colaboren activamente con nosotros. ¿No te parece fantástico?

Esfuerzo recompensado

Trabajar por un planeta mejor es algo que nos llena por dentro y, si contamos con un equipo que funciona, seguro que se sienten parte de la causa. De esta manera, todo ese empeño que hemos puesto en conseguir los objetivos se verá recompensado por el team building que construimos.

Ecommerce sostenible, ¿realmente es un sistema que funciona?

A pesar de las múltiples ventajas que se conocen sobre el uso de una ecommerce sostenible, todavía hay quien piensa que este sistema no ayuda realmente al medio ambiente y que, incluso, puede afectar al planeta en mayor medida. Nada más lejos de la realidad, solo con el ahorro del uso de energía (calefacción, luz, aire acondicionado) de una jornada laboral de doce horas ya tenemos bastante.

Por otro lado, con las tiendas online el dinero físico pasa a un segundo plano y con ello, reducimos la tala de árboles que se utilizan para este fin. Según datos oficiales cada año hacen falta trescientos millones de toneladas de papel para fabricar todos los billetes que se cuentan a escala mundial.

Con lo dicho, se puede ver cómo la compra-venta en medios web no solo nos quita del empleo del dinero físico sino que le da una vida mucho más larga a los billetes y monedas que ya están en circulación. Apostando siempre por el ahorro y la calidad del medio ambiente, el comercio electrónico llegó para quedarse.

En definitiva, las ecommerce sostenibles son una visión estratégica hacia el futuro puesto que, además de ser la forma de consumo más habitual de nuestros días, también estamos haciendo del mundo en el que vivimos un lugar mejor, ese sitio que mañana acogerá a nuestros hijos y nietos.