El rey emérito, Juan Carlos I, presentaró una declaración voluntaria ante Hacienda y «sin requerimiento previo» ante de la autoridad tributaria, de la que ha resultado una deuda de 678.393,72 euros.
Según el comunicado hecho público ayer por sus abogados, es una deuda que ya se ha pagado, incluyendo intereses y recargos. Con esta declaración, el rey emérito Juan Carlos reconoce por primera vez que ha cometido un fraude a la hacienda pública, pero a la vez intentaría evitar ser procesado penalmente por delito fiscal en el uso por parte de él, hijas y algunos limpios de tarjetas de crédito de las que no son titulares.
El ex jefe del Estado, que se encuentra lejos del alcance de la justicia española, en los Emiratos Árabes, suma tres investigaciones de la fiscalía. Sábado trascendía que Juan Carlos había presentado una declaración ante Hacienda, después de que la fiscalía le abriera una de las investigaciones -En octubre pasado- por uso de tarjetas de crédito opacas, con las que habría defraudado más de 120.000 euros.
Este es el límite a partir del cual se considera delito fiscal, que puede suponer, si llega a los tribunales, hasta cinco años de prisión.