Ayuso mantiene el tono, Aguado, su vicepresidente, se desmarca y pide un «alto el fuego político», e Isla insiste en que hay que endurecer las medidas pero aleja una intervención
Continúa la tensión por la gestión del Covid-19 en la Comunidad de Madrid, donde los indicadores de la pandemia están descontrolados. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, no disimula la sospecha de que la recomendación del gobierno central de endurecer las restricciones responde a motivos políticos, pero asegura no saber qué. «Si el criterio pasa a ser otro, quiero pensar que el cambio de última hora es una cuestión política, porque no han dicho nada a otras comunidades o regiones con cifras similares», dijo en una entrevista este domingo por la noche en Antena 3. «Cataluña mismo, cuando este verano estaba en números mucho más elevados que nuestros -ha lanzado Ayuso-. que les digan lo mismo a los independentistas».
El plan de esta comunidad pasa por utilizar «fórmulas medias creativas» -confinar por zonas- para evitar las consecuencias económicas y sociales de un segundo confinamiento, ya que el primero, ha afirmado, los está «arruinando». Pero, para ello, necesitan la cooperación del ejecutivo de Pedro Sánchez: «Efectivos de las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad que nos ayuden a forzar las cuarentenas», pidió Ayuso. En ningún caso, ha insistido, se valora cerrar la ciudad entera.
Minutos más tarde, Salvador Illa le respondía en una entrevista en La Sexta: «Los criterios son los mismos que se han aplicado en el resto de comunidades autónomas». El ministro de Sanidad ha asegurado que el cambio de discurso de que le acusa el gobierno autonómico responde a un «deber de transparencia y claridad», pero ha dado a entender que sí se lo había comunicado en privado. Aun así, Isla ha repetido que hay que cerrar la ciudad entera, mostrándose convencido, al mismo tiempo, «que habrá una revisión de las medidas».
Sin embargo, no ha querido «anticipar ningún escenario» si la comunidad no cumple la petición del gobierno español. «Cuanto más tardemos, peor será», admitió el ministro, que no ha puesto plazos sobre una posible intervención del Estado en la gestión de la pandemia en Madrid si no hay cambios. Isla ha añadido que se mantendrán las reuniones previstas con la comunidad y ha pedido buscar «la coordinación máxima», sobre todo, por lo que ha confesado minutos después: «No tenemos la pandemia bajo control en Madrid».
Madrid pide un «alto el fuego político»
Ambas entrevistas han llegado después de terminar el sábado con la rotura del espacio de cooperación entre el Ministerio de Sanidad y el gobierno regional, con la dimisión de quien había de ser portavoz, y después de que el vicepresidente de la comunidad , Ignacio Aguado, haya pedido ahora un «alto el fuego político». «Es urgente», dijo en un tuit. Aguado ha explicado que ha hablado con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, para trasladarlos «la necesidad de continuar con las reuniones» entre las dos administraciones.
Al cabo de un rato, Isla también ha confirmado que ha mantenido contactos con el gobierno regional pero, como hizo este sábado, ha reiterado: «Desde la máxima lealtad institucional, los hemos emplazado a revisar las medidas anunciadas ya seguir las recomendaciones los científicos y sanitarios «. El ministro no ha querido ir más allá en su tuit, después de que Aguado haya reclamado que los madrileños «merecen» que se acuerden conjuntamente las medidas para proteger su salud. «Estemos a la altura», ha dicho.
El principal punto de discrepancia entre las dos administraciones es el confinamiento de la ciudad de Madrid. El gobierno español ha pedido que se extiendan las restricciones de movilidad en toda la capital española y se cierre así Madrid, así como aquellos otros municipios de la comunidad que tengan una incidencia superior de Covid-19. En cambio, el gobierno regional considera que la situación no es la misma en toda la capital y que sólo se debe actuar en las zonas donde el riesgo es peor.