El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, destituyó ayer la polémica diputada por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del partido en el Congreso y anunció que la sustituye por Cuca Gamarra, ex alcaldesa de Logroño, cercana a Soraya Sáenz de Santamaría, en un pequeño viraje hacia el centro y producto de las críticas que la rigidez del discurso de Álvarez había provocado en el seno de la formación de derechas.
Álvarez de Toledo es muy cercana a la FAES del expresidente José María Aznar y los sectores más moderados del PP habían pedido su cabeza.
Dentro de la remodelación anunciada ayer por Casado y que debería aprobarse en una junta directiva estatal este próximo jueves, se ha aprovechado para dar más relieve político al actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, a quien se quisiera premiar por la gestión de la pandemia que ha hecho en la capital española, mucho mejor valorada que la ejercida por Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Martínez-Almeida será, desde ahora, el portavoz nacional del partido, un cargo de nueva creación, y sustituirá Pablo Montesinos en las comparecencias habituales de los lunes para valorar la actualidad política.
En cuanto a Cuca Gamarra, que hasta ahora era vicesecretaria de comunicación, será sustituida en este cargo por la ex presidenta del Congreso, Ana Pastor, del sector más moderado del partido.
Durísimas declaraciones de Alvarez de Toledo contra Casado
Al hacerse pública su destitución, la hasta ahora portavoz del PP en el Congreso hizo una dura declaración contra Casado ante la prensa. “Lamento profundamente mi cese”, dijo al inicio de la intervención. “Considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad. Es una visión de su autoridad que no comparto “, dijo Álvarez de Toledo ante la sede del Congreso, donde afirmó que no comparte la decisión y que su destitución es “perjudicial para el grupo parlamentario, para el PP y para una España fuerte, adulta, moderna y de ciudadanos libres e iguales”. Álvarez de Toledo, que dijo que aún no había tomado ninguna decisión sobre si continuará como diputada, continuó con sus reproches contra el líder del PP.